Los miedos que tuve antes de empezar un newsletter
Llevo casi 1 año escribiendo y creando contenido en español para, en su mayoría, developers y fans del desarrollo de software.
Al exponerme en redes y publicar este contenido, he recibido varias preguntas recurrentes:
- ¿Cómo elijo los temas que escribo?
- ¿Cuántos tiempo por semana debo dedicar a escribir?
- ¿Qué tono debo usar el escribir?
Y seguro otras muchas más.
Si alguna vez te ha interesado escribir o hablar de un tema en un newsletter, hay varias buenas razones para hacerlo. La primera y más obvia, es porque vas a tener una conexión directa con “tu tribu” y así expresar lo que piensas (entre otras cosas). La segunda es que por el mero hecho de escribir, vas a empezar a desarrollar ese “músculo” de generación de ideas que simplemente continuará creciendo a medida que escribas más.
El problema es que muchos se quedan en el “querer” y otros en el escribir pero no lanzar.
Pese a que llevo muchos años en el mundo del software, me costaba pensar que podía compartir conocimiento con otros, por ser repetitivo o sencillamente por no entregar valor.
Entonces si tu eres de esos que se dan en el “querer”, te pregunto lo siguiente:
¿Cuál es el miedo o limitación personal que te impide comenzar un newsletter?
Hace un tiempo también escribía sobre algunas tácticas para como desarrollar mi “voz” en esto de los newsletter y comunidad. Pero creo que va a algo más básico y en este post te quiero contar de esos miedos que me impedían continuar.
Compartir mi opinión y sentir vergüenza posterior
Las redes sociales ya no son lo mismo, y a lo mínimo se han convertido en un lugar difícil para compartir una opinión y menos un post con más argumentos.
El exponerme y expresar lo que pienso me producía ansiedad y un espiral de situaciones hipotéticas de por ejemplo: ¿qué pensará este ex-compañero de trabajo? ¿o mi jefe? ¿o un mentor?
Pese a que siempre había querido tener un newsletter y podcast, eso y otras cosas prevenían que escribiera de forma honesta y que apretara el botón “Enviar”. Mis borradores se quedaban a medias o caía en lo típico de escribir un post genérico.
En otra posición de inseguridad, también pensaba en como eso podía afectar mi carrera laboral en el futuro. Una de mis mayores dudas e inseguridades, era entregar mi opinión honesta sobre el trabajo remoto (empecé trabajando remoto el 2010 a una empresa “gringa”), y como eso podía caer mal a los que no estaban acostumbrados a esa modalidad. Después, comencé organizando un evento sobre este tema y se me pasó un poco.
Molestar al resto con emails
Otro miedo común por el que pasé (similar al del primer punto) es la sensación de molestar al resto.
Viendo el ejemplo de como lo hace el resto, acepté que enviar un newsletter semanal es lo “correcto”. Pero al final va a depender de que tribu o negocio estés armando.
Ya después de pasar esa barrera de enviar un correo por semana, vinieron las preguntas de si, ¿cuántos correos puedo enviar por semana? ¿serán mucho 2 correos? ¿mando uno corto y uno lago? Y así, algo de nunca terminar.
Cuando ya “lubricas” la máquina de sacar contenido cada semana, conoces más tu audiencia y la confianza de opinar ya no es parte de tu bloqueo, la frecuencia de enviar correos será natural (a menos que realmente seas un spammer
No obtener aprobación
Y cuando ya apretas “Enviar” y publicas, ¿qué pasa después?
Vivimos en una sociedad donde la mayoría de las cosas son medibles. El contenido que publicas puede aparentar ser una de ellas y si ya te pones muy superficial, puedes preocuparte de la cantidad de visitas, likes y repost/retuits.
El tener 0 o cerca de 0 de esa aprobación, seguro afecta la confianza de alguien. Yo soy culpable, y hasta cierto punto también reviso esas métricas de vez en cuando.
Pienso que no hay nada de malo en hacerlo, si es que es algo semanal o mensual. Pero mientras menos te importa, tus ideas serán más originales y explorarás más a fondo algún tema.
🎯 Algunos tips para vencer el miedo
Te voy a dejar algunos tips para comenzar y que me han servido personalmente. Quizás me animo a escribir algo después con más detalle de como fue la táctica que usé para cada uno.
- Constancia de escribir > Calidad de temas: Al inicio, es más importante que hagas funcionar la máquina de generar y escribir contenido con una constancia definida, que centrarte tanto en la profundidad o calidad del tema que vas a escribir. Puedes partir tan sencillo como generar una idea por día y postearla en tus redes.
- Elige un tema explicando solo lo básico: Te vas a marear pensando e imaginando: ¿cómo carajo explico esto? No piensen que el resto sabe lo mismo que tu. Empieza con lo básico, explícalo en tus propios términos y de ahí, da el salto para otro post con más complejidad. Algo sabio que escuché una vez que es que el post sobre (por ejemplo) “como hacer apps en React” con tu estilo y experiencia nunca ha sido escrito. No pases esa oportunidad de crearlo e impactar en la vida de alguien.
- Empieza con un newsletter pensando en family & friends: Mi estrategia al inicio para construir mi primera lista de correos, fue mensajear a mi familia, amigos y personas del trabajo que sabía mis ideas resonarían y harían sentido. En total, mi lista inicial fue de 30 personas.
- Olvídate que eres el centro de todo: La gente está muy ocupada. No está pendiente de ti ni del error que cometiste en el newsletter con el link hacia “www.example.com. No está preocupada de cuando enviaste el newsletter o contando los emails por semana. Déjalo ir y céntrate en la consistencia.
Me encantó escribir este post y ojalá te haya servido algo para sentirte comprendido o con las ganas de empezar un newsletter.
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Abrazo.
Felipe