📚 Review libro: De ninguna parte - Julia Navarro

Conocí a Julia Navarro el 2021 leyendo Dispara, yo ya estoy muerto, una novela extensa que explora el conflicto palestino-israelí a través de generaciones de familias, desde principios del siglo XX hasta bien entrado el conflicto moderno. Fue uno de mis libros favoritos de ese año.

📚 Review libro: De ninguna parte - Julia Navarro

Conocí a Julia Navarro el 2021 leyendo Dispara, yo ya estoy muerto, una novela extensa que explora el conflicto palestino-israelí a través de generaciones de familias, desde principios del siglo XX hasta bien entrado el conflicto moderno. Fue uno de mis libros favoritos de ese año.

Esa lectura me marcó por su amplitud histórica, por la forma en que la autora retrata las decisiones individuales como pequeñas piezas dentro de una máquina política y religiosa mucho más grande. Fue una novela que, sin tomar partido, me ayudó a entender que simplificar este conflicto —para decir quién tiene razón— es precisamente parte del problema.

Cuatro años más tarde, paseando por la biblioteca de Vancouver con mi hija Dominga, me encontré con De ninguna parte y recordé lo mucho que quería seguir leyendo a esta autora. Este es un libro mucho más breve, más directo, con un ritmo de thriller político que recuerda a series como Homeland: agentes secretos, atentados por detener, personajes que viven entre Europa y Medio Oriente, y una tensión constante entre el deber y la conciencia.


En el centro están dos hombres: Abir, un joven marcado por la muerte de sus padres en una operación israelí, y Jacob, uno de los agentes involucrados en esa misma misión. La vida de uno queda atravesada por la tragedia; la del otro, por la culpa. Ambos caminan caminos opuestos pero paralelos, intentando —cada uno a su modo— darle sentido a lo que ocurrió. 

Abir canaliza su rabia radicalizándose, entrenando en Afganistán, convirtiéndose en el “enemigo público” que el mundo occidental teme. Jacob, en cambio, parece congelado en el remordimiento, arrastrando la carga de una acción que no puede deshacer.

El personaje de Abir me pareció particularmente logrado. Navarro muestra cómo una vida rota desde la infancia, sumada a la exclusión social, el desarraigo, y la promesa de justicia por medios violentos, puede construir una identidad extrema. En cambio, Jacob me pareció más plano. Su conflicto interno existe, pero nunca evoluciona del todo. Me hubiera gustado verlo más desgarrado, más humano, menos agente genérico marcado por el trauma.

Un personaje que me sorprendió fue Marion. Aparece en su juventud en un entorno más bien común, pero ya adulta toma decisiones que cambian el rumbo de la historia. Hay algo poderoso en ese salto —en esa capacidad que tienen ciertos personajes de transformarse cuando el contexto lo exige.

Y luego está Nora, quizás el personaje con el conflicto más desgarrador del libro. Ella debe decidir si delatar a su familia para evitar más muertes, o callar y proteger a los suyos. Representa esa frontera difusa entre la lealtad y la ética, entre el amor y el horror. No hay una respuesta correcta para sus acciones. Solo consecuencias.


Una de las escenas más impactantes ocurre en un tranvía. Se elige a una mujer para llevar una bomba y Navarro describe con detalle a los pasajeros: ancianos, niños, trabajadores comunes. En ese momento sentía que ya no estaba en el libro pero si en el tranvía. Y es precisamente ese efecto el que hace que esta novela, aunque menos ambiciosa que otras obras de la autora, golpee tan fuerte.

Más allá del suspenso, lo que destaco de De ninguna parte es el enfoque que Navarro mantiene sobre el conflicto entre israelíes y palestinos. 

No es condescendiente. No justifica ni demoniza. Muestra cómo las decisiones de un lado pueden tener efectos devastadores en el otro, y viceversa. El conflicto se presenta como una cadena larga de heridas, desplazamientos, migraciones, religiones que se entrecruzan, y personas que —sin haberlo pedido— terminan siendo peones de causas mayores.

Como lector quedé con esa sensación incómoda de que muchas veces no hay héroes, solo sobrevivientes. Y que algunas personas, cuando creen tener una misión en la vida, están dispuestas a morir cumpliéndola… aunque eso signifique arrastrar a otros en el proceso.

Rating: ⭐️⭐️⭐️⭐️


¿Quién serías tú si hubieras nacido en una zona de conflicto (como Gaza, El Líbano, Medio Oriente, etc.)?